Ian Parkinson es un militar que perdió las piernas en la guerra de Afganistán, y mientras se recuperaba de las terribles heridas que le dejó el conflicto sintió que necesitaba patinar como lo hacía antes de la guerra. Se lo comentó a sus amigos y familiares, y estos no daban crédito. Le consiguieron adaptar unas prótesis, y con ellas más un kilo de valor, Ian volvió a subirse a una tabla.
«Lo que el skate significa para mí, en una palabra, es libertad«, dice Ian Parkinson ahora más que acostumbrado a carvear en la pool. Argumenta que no hay que buscar excusas, sino soluciones, y que cuando quieres hacer algo todo es cuestión de aplicarse e ir a por ello.
GoPro captó unas imágenes del veterano de Phoenix (Arizona, EEUU) dándole caña, y la verdad es que nos ha llegado tanto que nos vemos obligados a compartirlas.