No todas las historias que ocurren en los skateparks tienen que ver propiamente con skaters. Éste es el caso de Atti (Atticus), hijo del blogger Reese Dixon, quien fue llevado por su padre a su skatepark local para pasar un buen rato entre las quarters, las transiciones y los funbox. Éste vídeo no va sobre trucazos, bangers o NBDs, sino sobre lo mucho que puede ayudar un skatepark a alguien con una enfermedad tan grave como es la Parálisis Cerebral. La libertad que sentimos al ir sobre la tabla es la misma que sintió Atti durante el rato que se paseo sobre la pista.