Muy pocos se atreven a enfrentarse a los casi 20 metros de salto de la mega-ramp porque son palabras mayores pero, por razones obvias, nadie había intentado bajar de otra manera que no fuera de pie hasta ahora.
Ali Jusovic, un esloveno con mucha creatividad, lleva casi toda la vida haciendo cosas diferentes sobre la tabla, y uno de sus distintivos es el de patinar ‘sentado como un perro’ sobre el patín. El sueño del eslavo era poder saltar una mega-ramp en esa posición al menos una vez en su vida, y cuando Jenkem Magazine se enteró comenzaron a recaudar fondos para llevarle a la Mega-Ramp de Woodward West.
Pese que muchos le intentaron parar, e incluso algún pro de ‘mega’ le llegó a decir que se rompería los brazos en el intento, Ali viajó a los Estados Unidos, y una vez allí con Jenkem probaron una de las animaladas más grandes de la historia del skateboard. Ali se enfrentó a los casi 20 metros de salto, y este fue el resultado…