«Lo siento, pero me quedo con el Tampa AM». Eso fue lo primero que me vino a la cabeza cuando terminó el Tampa PRO de este año, que lo ganó un AM. Mucho nivel y muchos trucazos, pero en esta ocasión me parecía algo más descafeinado. Los nuevos en subir traen frescura, pero también los vicios de la SLS que no siempre aparecían aquí: Las típicas rondas que van con la calculadora y con todo estudiado al milímetro. Siempre las ha habido, pero en el Tampa PRO se ha compensado de tal manera que muchos años ni recordabas quién había ganado, sólo recordabas el espectáculo, el show, las risas…
Todo esto no es nada nuevo, así son la enorme mayoría de los campeonatos y es algo que gusta y gustará en la SLS y las futuras Olimpiadas, pero el Tampa PRO no era la misma historia. Siempre me ha molestado cuando los perros viejos te dicen que «antes todo molaba más», que «el patín de ahora es una mierda», pero en esta ocasión me jode reconocer que, desde un punto de vista de espectáculo, la ronda de Jagger Eaton (que fue muy heavy) y la ronda de Dennis Busenitz en 2011… están en divisiones distintas. Dennis levantó a todo el mundo, hasta a sus «rivales» tiraban el patín a la pista gritando.
¿Cuándo ha brillado más el Tampa PRO de este año? Con los 360 Flips de Appleyard, las voladas de Grant Taylor, con Evan Smith tirándole sus zapatillas al público, también con la innovación de Yuto Horigome… pero seguro que no ha brillado por las rondas con calculadora a mano y medidas de principio a fin.
Si tiramos de memoria, muchos han ganado esta competición con trucos que han planchado fuera de tiempo, y esa «imperfección» es lo que hacía que este evento fuera único, pero se está perdiendo esa esencia desde que varias empresas se empeñan en convertir el Tampa Pro en un pre-olímpico.
En el Tampa AM ya te esperas que esta new-school venga con las rondas calculadoras, pero siempre te acabas sorprendiendo con nombres nuevos, algunos new players que cambian el juego y que tienen mucho que decir. Se cuelan más skaters con percepciones totalmente distintas, con un patín más alocado que apetece más de ver, al menos en el Tampa.
Y si quieres hammers, no te preocupes porque te traen un nivel parecido (o en ocasiones superior) a lo que te puedes encontrar en el Tampa PRO, ¿o es que no nos acordamos de la ronda de Gustavo Ribeiro?
En fin, no me gusta caer en la crítica fácil, pero creo que el Tampa PRO está perdiendo mucha esencia, y me duele. ¿Puede cambiar el año que viene? Sí, pero también puede convertirse en un pre-olímpico y cortar el rollo por completo. El Tampa PRO no era lo de siempre, el Tampa PRO era pureza y este año no la he visto. Lo siento, pero ahora me quedo con el Tampa AM.
La opinión de Iván Torralbo – Editor web de elpatín.com
Imagen: Jorge Simoes en el Tampa AM 2017, disparado por Bart Jones