Del dicho al hecho, hay un trecho. Eso lo sabemos todos. Pero si alguien puede hablar con propiedad sobre caídas y lesiones, ese es Aaron Jaws Homoki. Se ha partido como un muñeco en 1001 ocasiones, y es que su tipo de patín… es como es. Ha vivido lesiones de todo tipo, ahora bien, la que peor lleva es un «simple» esguince que a día de hoy aún le pasa factura: «Cuando me preguntan si prefiero torcerme algo o romperlo, lo tengo claro: Déjame que me rompa. Si os torcéis el tobillo, id a arreglarlo inmediatamente. Si no te lo miras, es lo peor», comenta en su Battle Scars publicado por The Berrics.
En este mismo vídeo, Jaws explica algunas de sus peores caídas y golpes, como cuando se machacó el bazo entrando de Ollie en un contenedor de metal, o cuando se rompió la mandíbula con su propia rodilla: «Lo peor de reventarme los dientes fue al ir al cirujano (…) Se puso detrás de mí, y con sus pulgares movió mis paletas hacia adelante. No estoy de broma, vi un túnel de luz. Empecé a sudar. Y yo estaba temblando. (…) Nunca he estado tan cerca a desmayarme del dolor. Me quedo con 2 semanas más comiendo purés y smoothies, antes que ese dolor», dice Homoki.
La batalla del Ollie en Lyon no podía faltar en este vídeo, y a esta le dedica unas cuantas palabras donde destaca lo extraño que se le hacía subirse a un avión para ir al spot. «¿Sabes cuando vas conduciendo a un spot que te da miedo? Pues ahí estaba volando a ese spot», narra entre risas el patinador. Ahora bien, en cuanto a dolor, destaca que le dolió mucho más en el alma que en la entrepierna.