Thrasher y Diamond la volvieron a liar este año por Halloween, y lo hicieron con el ya clásico ‘Hellride’ en este conocido bowl. En una fiesta así cualquiera lleva el engorile al 100%, pero si encima ponen de premio 5.000 dólares y una Harley… la cosa se desmadra.
El soldado Ben Hatchell patinó de tal manera que no hubo dudas a la hora de repartir el premio, y se volvió a casa con una sonrisa que no se la quitarán en mucho tiempo.