No hace ni tres años que Zaragoza celebraba la llegada de su esperadísimo skatepark, con un bowl diseñado por Daniel Yabar, y ahora se enfrentan a la pérdida de su querido espacio para poder pagar las obras de La Romareda, el campo de fútbol del Real Zaragoza. Esta triste noticia la protagoniza Jorge Azcón, el alcalde de Zaragoza, que ha impulsado el plan de recalificar los suelos del skatepark, y así poder financiar parte del proyecto del estadio.
Han pasado varios meses con la duda en el aire. No se sabía si construirían viviendas sobre el Skatepark de Vía Hispanidad, ni cómo de definitiva era la propuesta, pero según el Plan General de Ordenanza Urbana, las obras no dejarán ni rastro del Park. Ese mismo espacio, en el Distrito de Universidad, pasará a ser edificable y se levantarán bloques de pisos, al igual que un centro de mayores (en la zona del centro de salud).
Las redes sociales ya están hablando, al igual que la Asociación ZGZ Skateboarding Club, y todos los patinadores de la zona tienen claro que lucharán hasta el último minuto para que no se destruya este lugar. Pero aunque la Concejalía de Urbanismo asegura que estudió otros planes y alternativas, parece que la decisión es definitiva.
Los cerca de 150.000€ que se invirtieron en 2017 para los patinadores se reducirán a cenizas, y todo apunta a que Zaragoza volverá a estar un tiempo sin park. Para colmo, se trata de una de esas ciudades donde la policía acostumbra a ir a machete si te ven patinando por la calle (como hemos comprobado unas cuantas veces).
Un Ayuntamiento que se llenó la boca con el «apoyo a los skaters» e incluso proponiendo el nombre de Ignacio Echevarría al parque, para derribarlo en menos de tres años por el Proyecto Romareda. Sabemos que no deberíamos dar opinión, pero… ¡vaya huevos! Sólo esperamos que la «contraoferta» por robarles el park a los locals sea más que beneficiosa, aunque sea a largo plazo. Y desde aquí aprovechamos para mandarle ánimos a todos los skaters de la zona. STAY STRONG!
