EDIT 26 Octubre:
La gente de Jenkem Mag se ha currado una oda a Dylan Rieder, que si eres nostálgico, y lo echas de menos cada día que pasa, este es tú video. Prepárate para 15 minutos con música bien melancólica y el mejor patín que te puedes echar a la cara.
Hoy escribe un fan empedernido de Dylan Rider, y la verdad es que no lo puede hacer más triste.
Siempre que una enfermedad se lleva alguien tan joven, duele, pero cuando lo hace una persona a la que admiras, duele aún mucho más. Personalmente, seguí a Dylan desde sus inicios. Reese Forbes, Donny Barley y Stefan Janoski eran y son santos de mi devoción, así que la primera vez que supe de él fue en su época en Quiksilver, cuando más bien parecía una versión de Leo Romero. Gorra para atrás, rails cada vez más grandes y sorprendiendo con un estilo y madurez insospechados encima de la tabla, como se podía observar en su parte compartida con Diego Bucchieri en la parte del Subject to Change de su primer sponsor de zapas, Osiris.
Con apenas 13 años ya rebosaba estilo, y para ver que hablo con conocimiento de causa, sólo tienes que echarle un ojo al video que viene justo después del texto para ver su «primera» parte como tal, en la promo de Quik. En él aparecen imágenes de Dylan en el campeonato de Marsella, uno de los contest más heavys de bowl. Él se llevo el 13º puesto, lo que es más increíble aún teniendo en cuenta que tampoco se le conoce por ser un skater de transición. Cabe destacar que no tenía ni 15 añitos.
Por cierto, la canción es «The Man Who Would Be King» de los Libertines que sé que lo vas a preguntar.
De ahí vino la parte de Rasa Libre, seguramente la marca con mejores gráficos que ha habido hasta la fecha desde mi punto de vista (quitando marcas de ahora como Magenta, Isle y la antigua AWS). Aunque desgraciadamente no tardó mucho en cerrar, y terminó en mi otra marca favorita: Alien Workshop.
La siguiente parte que le puso en el mapa fue el vídeo de Transworld: A Time To Shine, donde, por cierto, abría el vídeo. Digamos que esa fue su carta de presentación para el mundo del patín en términos generales: se veía el potencial que podía llegar a tener el californiano, y AWS lo sabía.
Después de su A Time To Shine todos los ojos estaban puestos en él, y el próximo objetivo era claro: el Mindfield de Alien Workshop con Kirchart como Team Manager. Éste, Greg Hunt y la marca esperaban al mejor Dylan. Esperaban el partón. Sin embargo, en esos momentos Dylan pasó una etapa difícil (sobre todo problemas que venían de la expectación que había causado) y terminó con una adicción a las pastillas para evadirse de la realidad. Esto, obviamente, afectó tremendamente a su rendimiento, pero mucho más a su motivación. Aún así, si ves su parte en el Mindfield te quedas de piedra, entre otras cosas porque el ender es una locura (y más si has estado en el spot).
No fue hasta unos meses más tarde cuando sí pudimos ver el potencial de una verdadera leyenda como Dylan Rieder. Ese momento no fue otro que el día en que lanzó su parte para Gravis. Después de su época oscura durante el Mindfield, Rieder quiso resarcirse, quitarse la espinita y demostrar que lo que todos pensábamos era falso: que era bueno de cojones y no era un colgao.
Pues bien, el californiano nos cerró a todos la boca. Lo destrozó todo. Aún, a día de hoy, la gente ve su parte y se asombra. Tal y como está el patín en este siglo es algo muy jodido de conseguir, pero él lo consiguió con creces. Podrás creer que estoy exagerando, pero el impossible por encima del banco de SeaPort sigue siendo uno de tantos trucos de Dylan que deja a los pros sin aliento. Habrá gente que se haga SS Bs Tail, pero nadie podrá repetir lo que él hizo. Y, sobre todo, nadie podrá hacerlo como él.
Por último, llegó su parte en el Supreme Cherry. Aquí ya sabíamos que era buenísimo: ya era una leyenda encima del patín después del «Dylan.» aún teniendo 21-22 años. Con Bill Strobeck y junto con sus colegas e ídolos (Jason Dill, AVE, a quiénes más tarde se unió, dejando AWS para entrar en FA) grabó lo que conocíamos como una obra de arte con unos trucos del copón, y lo que conoceremos a partir de hoy como un homenaje a un ídolo de toda la comunidad de skater.
Para completar el círculo, Fucking Awesome ha subido hace tan sólo unas horas un vídeo homenaje con algunos de sus mejores momentos sobre la tabla. Desde FA comparten el sentimiento que cualquier skater ha sentido en estas últimas horas: «We love you so much«.
¿Sabéis la sensación de esperar un vídeo nuevo y no poder ni ir al baño por la emoción de ver la parte de ese skater que tanto os engorila? Pues bien, a mí eso se me ha acabado hoy.
Desde elpatín.com lloramos profundamente su pérdida. Demasiado joven para morir, tan sólo 28 años a sus espaldas. Para terminar, sólo nos queda decir que Pete Doherty no lo podía haber dicho mejor en la canción de su primera parte: The Man Who Would Be King. Una pena, sin duda podría ser incluso más grande, si hubiese tenido esa suerte.
I’ve been told if you want to make it in this game
You got to have the luck
You got to have the look
