Usar la palabra loco en un titular no queda nada bien, pero si has visto un par de clips de Carlos Ruiz… no encontrarás una palabra más suave. Carlos Ruiz estalló a principios del año 2000, cuando los skaters no inundaban Instagram con sus clips, y creció «en la sombra» hasta que su talento/locura no pudo contenerse más.
Tal y como explica un nuevo documental de Havoc TV Trabajaba a jornada completa, pero se engorilaba en los descansos de la hora de comer y demás. ¿Que había que hacer un BS Board a fakie en 24 escaleras? Nada, en un descansillo del curro se hacía la cosa. Así de simple. Carlos fue el primer skater en hacer un BS Lip en El Toro 20, y todos sus trucos hablan por sí solo.
Su parte en el What If de Blind fue un bombazo que aún hoy en día cuesta de digerir, pero a muchos no les pareció tan heavy en su momento (o no lo quisieron reconocer). Subieron su vídeo a YouTube y él mismo vio la cantidad de haters que tenía. Carlos Ruiz reconoce que le dolió, y que en ocasiones se planteó cambiar la manera de patinar, pero entonces recordó que eso lo hacía por sí mismo. Muchos de estos haters salieron porque creían que Carlos había cancelado con maldad el famoso FS 50-50 de Heith Kirchart en aquél inmenso ledge (Carlos lo hizo de Switch).
Dejó el skate porque necesitaba una profesión que pudiera pagarle una casa y mantener una familia en un futuro. Habló con Ronnie Creager (su compañero de equipo), y él le dijo que muy pocos lo conseguían. Encontró un trabajo en una refinería en el que no tenía tantos descansos, y la cosa se complicó… En el contrato de Blind decía claramente que si no producía material le echarían del team, «y eso es lo que pasó con el tiempo», argumenta Carlos Ruiz en el documental de Havoc TV.
A eso se le sumó una lesión, una herida en la cara que le hizo replantearse muchas cosas. En ese punto decidió seguir avanzando y dedicarse a su faena. De este modo, dejó a un lado su tabla y se centró en otros temas, y hoy en día se pasea con su Harley recordando cómo patinaba cada vez que pasa por un spot.
De todos modos, no se le olvida que el patín le ha cambiado la vida y le ha mostrado muchas cosas en esta vida: «El skate me ha enseñado a superar mis miedos y a que puedo hacer lo que quiera si lo intento lo suficiente», dice Carlos para cerrar el reportaje. Puedes verlo completo a continuación:
